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jueves, 22 de marzo de 2012

Nada más que palabras

Si la palabra negro me ofendiera, entones, me estaría avergonzando de mi padre.
Si me ofendiera la palabra mestiza, me avergonzaría de mí misma
Si me ofendiera, bolita, peruca, paragua, cabeza, gaita, gallego, indio, tano, me avergonzaría de mis antepasados.
Si ofende lesbiana o torta sería avergonzarse de haber sido libre de elegir
¿Villero? ¿Provinciano? Adjetivos calificativos y como tales describen…
¿Puto, puta? Cuestiones privadas que no atañen a nadie por lo tanto a nadie deben molestar.
Si estas palabras persisten en el tiempo y son usadas para ofender, 
probemos el sentido inverso, no nos ofendamos cuando nos las dicen…. 
Si el sentido de la ofensa se pierde, a las palabras se las llevará el viento….
Hasta que no les perdamos el miedo a las palabras, estas no dejarán de convertirse en agresiones.