Quería usar esos millones de ovillitos que van quedando de trabajos terminados,
a los cuales odio, porque ocupan bolsas, bolsitas, cajas, armarios, etc.
Pensé que tenía los suficientes para un pie de cama...
cuando llegué a la medida deseada,
noté que todavía tenía muchos restitos,
así que pensé: "Bueno, hago una manta de viaje"
Aún así, cuando llegué a la medida de la manta de viaje seguía teniendo restitos...
¡MALDITOS restitos!
¡¡Los voy a tejer hasta que los termine!!
En fin.... lo hice y en esto terminó.
Odiaba a los restitos y amo la manta!
1 comentario:
O_o, te ha quedado lindísima... Yo también había pensado hacer una manta con restos y viendo ésta maravilla lo mismo me animo, eso sí, en cuanto termine el verano, ahora hace demasiado calor :P
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